Con este proyecto de arquitectura industrial se pretende evocar la forma típicamente iconográfica del modelo de fábrica textil que permanece en la memoria colectiva como arquetipo de edificio industrial, donde la inclinación de las cubiertas a un agua y su repetición a modo de dientes de sierra generando lucernarios consecutivos establecen un ritmo continuo e identificable, afirmándose como solución idónea para el tipo de actividad que se llevará en el interior procurando las cualidades diáfanas (de espacio y de luz) requeridas.
El nuevo edificio proyectado por el equipo de arquitectos del que formo parte, se compone de un solo volumen, en su mayoría opaco, con unas dimensiones totales de aproximadamente 90,30×45,30m en planta y una altura total de aproximadamente 7,00m desde el piso interior acabado, donde dichas cubiertas establecen ritmos en la fachada de acuerdo a un esquema estructural/ espacial basado en una trama de 5x5m.
En el área administrativa a sur, donde no es necesaria una altura libre elevada, los arquitectos optamos por descender progresivamente la cubierta correspondiente los últimos tres módulos obteniendo una altura más humanizada, zona por la cual se establece el acceso de trabajadores y posibles clientes y donde se ubicarán los servicios administrativos y de control de la nave donde una gran superficie acristalada manifiesta este uso hacia el exterior, que retranqueándose con respecto a la fachada propicia un área cubierta de recepción para las personas marcando así la entrada noble al edificio industrial de forma inequívoca.
A norte, en el área de muelles de carga y descarga, el edificio remata con una malla de fachada que refleja dicha modulación 5×5 existente en planta y que permite, gracias al avance de la cubierta, proporcionar abrigo a los productos durante el proceso de carga frente a las inclemencias atmosféricas. Se prevén una serie de espacios cubiertos a la par de los anteriores donde ubicar los centros de instalaciones que necesitará el edificio para su acondicionamiento (centro de transformación, bombas de calor, ventiladores, grupo electrógeno, etc.) optando por evitar su ocultamiento.
Aprovechando la pendiente natural del terreno se disponen dichos muelles de carga a norte, sacando partido de la diferencia de cotas que desciende 1m en el sentido sur-norte.
Creemos firmemente que los arquitectos y arquitectos técnicos podemos ofrecer valores añadidos en el diseño de naves industriales y fábricas, con simplicidad y eficacia pero sin perder de vista su papel urbano y su impacto en el paisaje.