La vivienda se organiza en un volumen con diferentes cubiertas cuyo conjunto respeta la forma y composición prexistentes intentando mantener los ritmos y volumetrías típicas del lugar, manteniendo intactas las características constructivas y valores arquitectónicos que con su imagen enriquecen el casco histórico de Combarro.
Dicho volumen engloba una planta baja, y una planta primera.
El arquitecto pretende conseguir espacios con sensación de amplitud y agradables donde el tratamiento de la luz sea protagonista en una lógica de mínima intervención procurando el máximo aprovechamiento de los elementos constructivos prexistentes y la adaptación a las demandas de la vida actual manifestadas en el correspondiente programa de superficies.
Por ello, el proyecto significa básicamente:
– la remodelación de los espacios interiores gracias a una necesaria redistribución interior sin actuar sobre la estructura de pisos (incluso se aprovecha el mismo hueco de la escalera),
– y la dignificación de los acabados recurriendo a materiales nobles (carpinterías exteriores de madera, revestimientos interiores también de madera, descubrimiento de superficies de granito prexistentes, consecución de ambientes más agradables y en consonancia con los valores dignos de protección mediante revestimientos de madera de partes de la estructura horizontal preexistente, construcción de nuevas cubiertas con estructura de madera etc.).
Todo ello bajo criterios de sostenibilidad, de aprovechamiento de los recursos y materiales que ya se encuentran en la edificación que cuentan todavía con una larga vida útil por delante (como puede ser la estructura horizontal) y sin perder de vista los criterios de economía que hoy en día pueden tambalear la ejecución de cualquier proyecto.
En este sentido el arquitecto propone una actuación general por analogía, donde lo nuevo se diferencie respetuosamente de lo prexistente. Que no cree confusión en cuanto a datación incluso en lo que concierne a los revestimientos de dicha estructura horizontal, que se conforman con claridad como dignos revestimientos a modo de entablados y no de pseudo subestructuras falsas.
Como se ha dicho adquiere una gran relevancia la iluminación indirecta teniendo en cuenta la escasez de huecos de las que dispone la casa al exterior, por lo que se practican una serie de aberturas en la cubierta confiriendo un carácter más diáfano al interior.
En ese sentido se aprovecha para marcar la diferenciación primitiva de los volúmenes mediante el rasgado en la unión de ambas cubiertas para obtener el lucernario que domina el área de día.
El confort en cuanto a accesibilidad en la comunicación vertical entre las diferentes plantas está asegurada mediante la calle ya que la vivienda cuenta con varios accesos a diferente cota, por lo que se recurre en el interior a una escalera mínima para optimizar el tamaño de los espacios.