Segunda versión de la Remodelación de Vivienda en Gondomar lista para visar en el Colegio de Arquitectos

El caso ante el que nos encontramos será cada vez más habitual en nuestra actividad de arquitectos: rehabilitar casas de la segunda mitad del siglo XX.

Dado que no es fácil, y teniendo en cuenta especialmente la dificultad de la actualización estética y práctica de este tipo de vivienda tan abundante en Galicia y en particular en el área de Vigo, pedí la colaboración total de mis colegas arquitectos de Porto: José Jorge Soares, arquitecto; Gabriela Pinto, arquitecta; y Alexandre Loureiro, también arquitecto.

Además de las mejoras en la búsqueda de un mayor confort térmico, felizmente creo que hemos vuelto a alcanzar un diseño a la altura de la Escuela de Oporto (de la cual me siento también representante) y esta vez, con una propuesta más asequible: Un proyecto que redunde en limpieza de diseño y orden, donde:

– prima realzar una imagen fuerte,

– la estrategia consiste en abordar la obra por fases relativamente autónomas por pisos,

– el concepto procura acotar la importancia de cada intervención siguiendo criterios de economía,

– la idea sigue siendo conciliar: el deseo de disfrutar del terreno, del clima y de las vivencias del día a día; con la arquitectura de la preexistencia.

En la planta primera se organiza la vivienda, donde los recorridos giran en torno a un nuevo bloque central que resulta una suerte de elemento agrupador, servidor e incluso totémico (por su cualidad de representar y magnificar los usos que reúne). Ahí se ubicarán armarios, muebles, escalera, aseo, etc. con una apariencia controlada e integradora.

La planta baja se plantea como un recinto de límites difusos que propicia la actividad y el disfrute en el exterior: Comedor en verano, lugar de relax o para realizar ejercicio a cubierto, espacio para aparcar… se ven a su vez delimitados por otros microrrecintos con uso más definido: lavandería, aseo, escalera de servicio, almacenamiento.